Decálogo antiamargura
No te quejes por todo. Es mejor no lamentarse por cada cosa. Si puedes hacer algo para mejorarlo hazlo, si no, deja de quejarte porque empeoras las cosas. Hay que afrontar todo de un modo positivo.
No exageres lo malo ni lo bueno ni terribilices. La cuestión es vivir en una permanente estabilidad.
Cuida tus pensamientos. Para los negativos, no te dejes influir por ellos porque entonces no conseguirás nunca lo que deseas.
Aprende a no exigir nada a nadie, asume sus decisiones sin que las tengan que explicar y no les pidas más porque las relaciones se acabarán deteriorando.
Preocupate de ti, de estar bien, de vivir en equilibrio y tranquilidad, de afrontar todo de manera positiva. Mímate, acéptate y así podrás darle lo mejor de ti al mundo.
Intenta disfrutar de todo. Del trabajo también. Hay cosas que se deben hacer pero si las sientes como una obligación serán tu suplicio diario.
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