Hace unos días vi en el escaparate de una librería las esculturas de Don Quijote y Sancho Panza en Montreal y me di cuenta de la repercusión mundial que tiene El Quijote. Después de hacer la foto con el móvil se la mandé a la biblioteca del pueblo porque la chica que está allí seguro que está encantada de saber que estamos representados por el mundo con este libro.
Prólogo: "Desocupado lector: sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante."
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