Vivimos con el piloto automático puesto y cuando nos levantamos, desayunamos, nos duchamos... no sentimos lo que hacemos porque vamos pensando en lo que tenemos que hacer en el día, lo que vendrá en esa semana o lo que hemos hecho los días anteriores.
No solemos estar presentes en las cosas que hacemos porque nuestra mente no para de repasar las tareas pendientes o la metedura de pata del día anterior.
Hay que cambiar ese punto de vista y comenzar a percibir lo que estamos haciendo.
El objetivo es vivir lo que está pasando, sin tener en cuenta el pasado, ni el futuro, por muy difícil que eso pueda resultar.
Beneficios de la práctica continuada de mindfulness:
- Se consiguen reducir los niveles de ansiedad y disminuirá el estrés.
- Bajará la presión arterial.
- Se reduce la depresión al mantener a raya los pensamientos negativos e irracionales y ayuda con la astenia.
- La calidad del sueño será mejor porque se dormirá más profundamente y más tiempo. Ayuda a reducir el insomnio pero si hay cualquier otra patología de base, no lo cura.
- El estado de ánimo mejora, o por lo menos, no se sufren tantos altibajos porque se consigue una estabilidad emocional.
- Al mantener durante más tiempo una sensación de bienestar y calma, aumentará el bienestar general.
- A nivel educativo hace que se mejore la forma de aprendizaje porque ayuda con la focalización de la atención y eso dará como consecuencia que aumente el rendimiento académico.
- Por último, se consigue una mayor comprensión de uno mismo lo que viene muy bien para la autoestima porque mejora el autoconcepto que tenemos. Y si hay cosas que no nos gustan, por lo menos aprenderemos a aceptarlas y a ser más comprensivos con ellas.
Si te han gustado estas ventajas, continua leyendo porque ya empieza lo realmente útil.