Muchos parámetros presentan una distribución normal que responde a esta imagen:
Vamos a elegir un par para explicarlo mejor.
Uno físico y otro psicológico. El primero sería la estatura. La mayoría de la población está en torno a la media, como se ve en la gráfica y habría muy poca gente muy alta, al igual que muy baja. Lo mismo ocurre con el segundo, el cociente intelectual. Más o menos todos estamos en torno a 100, la mayoría de la población se situa entre 80 y 120. Cuando más a los extremos nos vayamos, menos personas encontraremos, lo que significa que hay pocos superdotados y pocos con retraso mental.
Dependiendo de dónde nos coloquen las cifras sabremos si estamos por encima de la media, por debajo, muy por debajo o muy por encima.
Con cada percentil es igual. Son la forma más común de comprobar la evolución de los niños y niñas. En el fondo son gráficas que nos indican en qué lugar de la distribución está nuestro bebé para poder saber cómo va.
Los parámetros que se suelen medir por percentiles son: la estatura, el peso o el perímetro del cráneo.
Si el médico nos dice que está en el percentil 97 de altura, nos está indicando que tenemos un hijo o una hija que con respecto a los niño, en el primer caso o las niñas, en el segundo de su misma edad, se coloca en el puesto 97 de 100 y que solo tendría a tres niños/niñas por delante que serían más altos y el resto, por debajo.
La OMS y diversos organimos en España tienen estandarizadas estas medidas para ayudar a los pediatras en la evaluación del desarrollo y tomar medidas, si existiesen problemas.
¿Qué
ocurre si nos dicen que nuestra hija o nuestro hijo está en el
percentil 10 en cuanto a peso? No pasaría nada. Sigue teniendo un
desarrollo normal y es igual de sano que otro que se encontrara en el
90. Solo que uno está un poco más gordo que otro o más delgada que otra,
pero como la distribución se encuentra dentro de lo normal, estarían
bien. El problema viene cuando tiene un peso por debajo o por encima de
los percentiles 0 y 100, respectivamente. Ahí es cuando sí tiene un peso
que no correspondería a su edad, según el resto de niños y niñas sanos.
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